Doce

Las patas de las sillas te reclaman,
a todos nos faltan pies en esta casa.
Propongo ilumines la puerta con tu timbre
cualquier día a las doce,
pasado mañana, hace cien años.

Siembro velas en botellas de vino,
sopesando la espera, que ni existe,
ni avisa,
ni mira,
ni siente,
y alimento las cucharas con miel,
y cuelgo imágenes mentales
en las paredes izquierdas.

Repaso el mapa cromático
y pongo la mesa.
Cenaremos sorpresas,
saldremos a alimentar palomas,
b
a
j
a
r
e
m
o
s
hasta el río,
mojaré tus pies
y mis ojos soltarán el cordel
para que puedas volver
volando papalotes.

Yo tengo un parasubidas,
y trepando nubes intentaré alcanzarte,
seguramente sin fortuna,
sin tiempo,
ni sonido,
ni cuerdas,
pero con palabras agolpadas
en montañas sinrazones.

Volveré a verte
ayer, dentro de cien años,
haciendo al guardagujas
que espera tu tren
y tu guiño,
como señal contundente
para cambiar el rumbo
y que nos den las doce
pintando giralunas
en paredes inconclusas.

Décimas de despedida

Fuiste princesa del cuento
y en verso te manifiesto
que el final, aunque funesto,
dura nomás un momento,
te juro que no te miento
eras la luz de mi vida
pero hoy ante tu partida
no tengo nada que hacer,
sigue tu rumbo mujer
ya se curará la herida

Recuerdos quedan bastantes,
cuando platique la historia
mi pena será notoria
aunque por unos instantes.
En los idilios de amantes
no es raro salir perdiendo
pero no me estoy muriendo
y aunque pregunte la gente
yo levantaré la frente
y me despediré sonriendo

Entiendo tus intenciones
de buscar nuevos destinos
unos modales más finos
y mejores situaciones,
ejemplos ni me menciones
que no quiero ya saber
no es difícil suponer
que no me alcanzó el intento
yo soy puro sufrimiento
y tu tan buena mujer

Me cuentan los que te asisten
que por fin duermes tranquila,
de pretendientes hay fila
y nadie se te resiste,
muy cabrona siempre fuiste
y recordarás un día
que al trinar tus melodías
todo el mundo te escuchaba
aunque el idioma que hablabas
nomás uno lo entendía

Este negro queda quieto
y a tus órdenes se pone
pero no como supones
pues la manos ya no meto
y aquí te dejo este reto
para tus nuevos amores
ve buscando otros colores
entre los de la manada
porque negros, condenada
ya no encontrarás mejores

La vida da tantos giros
que seguro nos veremos,
tiempo y lugar no sabemos
pero va a quedar al tiro,
seguro que si te miro
me dará gusto encontrarte
y de paso saludarte
como todo un caballero
y si te mueres primero
nueve días iré a velarte

De Villa Rica a Antequera
fuiste tu nomás la musa,
la Donají, la "menusa",
en todo pues la primera,
la luz en la carretera
y eso hay que agradecerlo
de ti llené mi cuaderno
aunque ahora me des pa` abajo,
desde aquí, desde el carajo
con cariño te recuerdo

Te quedas con mis canciones
y yo con bellos recuerdos,
viéndolo bien no te pierdo
nomás te doy vacaciones,
mis mejores intenciones
son verte sana y contenta
hasta ahorita me doy cuenta,
te debo la inspiración
de lo que no haga mención
ahí lo anotas en la cuenta

Ya pasado el trago amargo
te digo adiós compañera
si el tiempo volver pudiera
te buscaría sin embargo
las cosas pasan por algo
y qué quieres que te diga
pa` mi serás una amiga
y no en el camino una piedra
vaya con cuidao` mi negra
y que Dios me la bendiga.