Afiné en mi la cuerda del reloj,
subí a los árboles, les sembré dudas,
anduve por las ramas, dibujé letras
que fueron escalones para bajar seguro.
Navegué de espaldas haciendo siluetas
como de labios en el eco del agua,
tildé tambores en su forma
y la olvidé de memoria.
Cerré con llave mis ojos,
pisé mal sus tonos,
se puso el corazón antes que el sol
y la sonrisa que la mesa.
Descompuse el espejo,
los libros me miraron con sus hojas
dejé de creerles,
dejé de crearles.
creí de dejarla.
Me enamorí.
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1 comentario:
Cada día que te leo me convierto en super fan de usted.
Saludos, querido Youl.
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