…y mis duendes se inmolan dentro de la libreta, me despierta el ruido del espejo que en pretérito se rompe sobre el piso de arriba y empiezan a apestarle los pies al dulce que le compré. Tengo un colchón mitómano de olores y un dolor como de muelas me camina por dentro de la espalda, le faltan dos y media al café de las 7:30; tengo una estrella sin picos que no alcanza para rentar la luna, aprendí de memoria por fin aquello que le sobró al poeta y siempre quise robarle, encontré el bemol preciso y me sirve de pretexto para tantos fines, pero se hizo tarde.
Tengo en el pecho un tambor que se desafina de frío, me molestan las lagañas de un tercer ojo recién nacido sobre mi frente y me falta mucho espacio dentro ahora que volví a las letras a bordo del camión. Busco ver una centena de aves volar sin estirar la mano, necesito repetirme en pasos cansados para no sentir que me estoy yendo.
Exijo un traguito fuerte luego del sueño pesado, recordé otra vez el beso, y ella que no llama.
1 comentario:
AH YA VEZ DIJISTE ESTARIAS YA MAS EN EL CUCHITRIL
SIGO ESPERANDO ALGO NUEVO EH
SALU2
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